Tras el calor de la sauna, la inmersión en agua fría despierta todas las células. Este dramático contraste no es un reto, sino una práctica de equilibrio que entrena al cuerpo para recuperarse y adaptarse.
Cómo funciona
La exposición al frío contrae los vasos sanguíneos y dirige la sangre de la piel al núcleo. Cuando vuelves a entrar en calor, los vasos vuelven a abrirse y la sangre rica en oxígeno fluye por los músculos. Este ciclo favorece la salud del corazón, el metabolismo y la inmunidad.
Ventajas de la inmersión en frío
- Aumento de la circulación - el “entrenamiento” vascular refuerza las paredes de los vasos.
- Recuperación mejorada - reducción de la inflamación y las agujetas.
- Estado de ánimo mejorado - El frío desencadena la liberación de endorfinas y dopamina.
Prácticas seguras
Empieza despacio: de 10 a 30 segundos es suficiente para los principiantes. Concéntrese en la respiración constante más que en la velocidad. Salga siempre si siente entumecimiento o mareo. El objetivo es la vitalidad, no la resistencia.
En Spa Esmeralda, Las inmersiones en frío siguen el ritmo finlandés: calor, frío, descanso. Cada ciclo te deja más nítido, más tranquilo y tranquilamente energizado. Tenemos una piscina fría en el exterior, así como duchas en el exterior también.
